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(!)...: octubre 2010

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29/10/2010

uno, dos y tres

Me enamore no de usted sino de la forma en la que usted ve el mundo, me enamoró la forma en la que se ríe, en cómo sale el aire de su boca para decirme que me quiere. Tal vez usted no lo ha notado, tal vez ni siquiera se ha percatado, pero cuando la veo, no puedo evitar que mis brazos la intenten atrapar; tal vez detenerla brevemente sin que se de cuenta. Y enamorarme, es algo que me sucede una y otra vez cuando la veo, a veces quisiera poder olvidarla, poder borrarla de mi memoria y acostumbrarme a los abrazos del ayer, acostumbrarme al querer ya pasado; sin embargo, sucede todo lo contrario y me vuelvo a enamorar de una manera un poco diferente en el ahora. Ahora me pregunto cómo hago para entrar en su vida, claro, con la presunción que usted como cualquier otro peatón me dejara entrar un poco a ver cómo es su vida. Tal vez suene raro, pero yo a usted no le pido que se enamoré de mi, no le pido tampoco que cuando me vea corra a abrazarme o que su vida se entrelace con la mía, eso se lo dejo a los sueños, a los instantes de fantasía cuando viajo en un bus hacia la casa. En esto soy mas sencillo, mas simple, le pido que cuando me vea me sonría, que me cuente sus cosas, que de vez en cuando me abrace, que me deje probar su helado y porque no, me deje pisar su sombra cuando caminamos. Le pido entonces que me de un poco de su vida cotidiana y yo le doy un poco de la mía. Tendré que rectificar entonces las primera frase, ya que de cierta manera si me enamore de usted, pero al fin y al cabo, eso es lo menos importante porque lo único que quiero es verla sonreir

27/10/2010

al comienzo del día

Me gustaría que al despertar pueda ver tu espalda, que en la mañana pueda desayunar con tus besos, que al levantarme me encuentre con tus sonrisas, sentir las arrugas de las sabanas que deja tu cuerpo y finalmente tomar-te.

25/10/2010

ambientadores y otros eventos de 36 minutos

El ambientador automático hace lo mismo que cualquier reloj con alarma, a diferencia de una alarma de sonido, este te provoca una molesta sensación en la nariz, te mueves en la silla e intentas taparte con tu camisa o cobija. Cierras los ojos fuertemente como si intentaras cerrar una puerta abierta de par en par. El curioso ambientador apenas lleva un par de días en la casa y cada 36 minutos te oigo, escucho y veo, a veces lo apagas y mientras lo haces veo tu sonrisa salirse brevemente y sin tu consentimiento. Luego te veo dormir, arropada con esa cobija morada, extendida, envuelta de la misma manera que te envuelve el aire. Me quedo a tu lado escuchando tus sueños, viendo el sube y baja de tu corazon... allí mientras duermes... te deja de importar el ambientador automático

20/10/2010

aquel dia

Aquel día, me quede detrás tuyo. Observaba entonces el mundo enmarcado desde tu cuello; a veces me enfocaba en esa suave curvatura y el mundo borroso se me venía encima, otras veía al mundo con ese marco de piel borroso; cómo era de interesante pensarme deslizándome hacia abajo por tu cuello o quedarme sentado allí escribiendo.
visiones desde el otro lado de tu cuello.

15/10/2010

invitación

tal vez me digas que no, tal vez te quedes en silencio y luego sonrías, tal ves algún día aceptes la invitación...
te invito a caer, a saltar, a dejarte ir, a tener incertidumbre, a estar sobre pisos resbalosos, a rasparte las rodillas como en el recreo, a perseguir el conejo por entre la madriguera, a soltarte...
lo único que puedo asegurarte es en ocasiones tendrás una sonrisa sin darte cuenta, a veces lloraras por tropezarte con las escaleras, a veces te dará malgenio, sentirás ira, expectación, asombro...

yo por mi parte, te miraré, sonreiré y escribiré...

6/10/2010

Pijama de rayas II


Desearía que las rayas de tu pijama fueran algo así como rutas de destino, algo parecido a las rutas de los aviones que cruzan sobre el mar. Entonces tu serías como ese pequeño mundo que quisiera recorrer, rebordear, volar. Haría pequeñas paradas sobre tu piel para visitar el último sitio donde cayó una gota de lluvia, donde se asienta tu bolso, donde la blusa te toca tímidamente de vez en cuando. Me sentaría sobre las yemas de tus dedos y miraría desde allí tu rostro. Tomaría de nuevo mi aeroplano y dejaría mis letras sobre tus labios como besos.

Pijamas


Hacia el final del día tiendes a abrirte brevemente a un espacio donde tu conciencia finalmente se resquebraja y pierdes todo control. Cuando los relojes de muñeca comienzan a sonar y en la ventana puedes ver tu reflejo, te cambias de zapatos y dejas a los pies flotar, te quitas el jean, la camiseta y te vistes de rayas de colores. Entras de colores a tus sueños, algunos tienen sonrisas del día, otros se mantienen tímidos (esos son muy pocos) y otros son ruidosos como orquestas de pueblos.
Es allí, en ese espacio donde finalmente te encuentro.

4/10/2010

ciudad

Voy a extrañarte ciudad de colores, me va  a hacer falta ir todas las mañana al balcon a respirar aire de sabor verde, hata extrañaré uno que uno vecino volador en mitad de la noche. Aquí se me quedan unas sonrisas muy contentas, algunas estan detras del sofá, otra van en un taxi y algunas pocas estan pendientes de una gotita de agua matutina.
chao, al rato vuelvo.

consentimientos

Haces pataleta como niña pequeña, te pones brava y frunces el ceño para que sencillamente te consienta... yo que tengo una voluntad de flan, me dejo perder por tu sonrisa, dejo pasar cualquier malestar y voy corriendo como detras de una cometa.
Ahora creo que los consentimientos no son informados, ni pensados, ni preestablecidos, suceden como cuando los besos te besan con las hojas de los árboles y tu alma se vuelve arbórea.

hay sonrisas que tan solo aparecen brevemente como suspiros

Después de todo veo que no nací para estar bajo el frío, ni para las ciudades de monstruos grises. Sencillamente no me encuentro a mi mismo en la ciudad como otro peatón. así que si me ves mas sonriente que de constumbre es porque sencillamente me he mudado a un lugar más tropical, donde canto sol solecito y tomo jugo de frutas todos los días.