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(!)...: agosto 2011

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28/08/2011

22/08/2011

paréntesis de recuerdo

Me costó y con gran esfuerzo aprender a nadar, no fui como otros afotunados con río al lado o cursos de verano en la piscina; como buen citadino nadaba entre la calles y entre montones de arena que quedaban de las construcciones del lado de la casa o de la propia en los vanos intentos de mi padre por siempre querer construir el "otro piso".
No puedo negar que esfuerzos hubo, porque para eso sirven los paseos familiares, para intentar (léase bien, intentar), tomar esos dos brazos mios flacos en una secuencia coordinada que permitiera que junto con mis piernas avanzar en el agua. Los años pasaron y la idea se surcar por si mismo y sin ningún atavio el agua se diluyó.  Los intentos familiares tienden a frustrarse después de 20 minutos en la piscina en el cual uno termina por aprender a tomar agua con cloro y quemarse la espalda.
Fue ya en la universidad que finalmente tomé por mis propios medios un medio cursito en una piscina olímpica que compartía obviamente con una decena de seres de no mas de 10 años. Pasaba cerca de dos veces a la semana en esa alberca o piscina, y aunque si la cosa es de estilos debí formar el mio propio que al instructor poco le gustaba..
Hoy amanecí extrañando esa sensación de estar rodeado de un liquido por todo lado, es más, tengo nostalgia de cómo se escuchaban las voces de los niños en mitad del agua, casi como con un eco que aparecía y desaparecía a medida que uno entraba y sacaba la cabeza.

Aterrizaje

Caí en un gran jardín, había un silencio con olor a miel y dos vacas que muy amistosamente me invitaron a ser su amigo. Sin embargo, les dije que no me gustaba el pasto y a parecer eso les causo gran escozor. Hacia eso del medio día me tope con un plantío de girasoles, todos se voltearon al unisono para saludarme.
-buenos días, me dijeron en coro.
-buenos días.
-eres tu el que nos trae sol y agua?
-no, solo estoy de paso
-que mal, solo nos interesa el agua y el sol.
luego comenzaron a conversar entre ellos, parecían discutir hasta que nuevamente se cuadraron en un gran coro y me preguntaron
-si no nos traes agua y sol ¿por qué viniste?.
-justo en ese instante cuando iba a dar mis razones, supe que no tenía ninguna, había llegado allí sin saber cómo o por qué, tampoco me lo había preguntado... solo estaba allí.


21/08/2011

primera entrada

aproveche que pasaba una bandada de pájaros para partir de allí.

2/08/2011

trazos II

trazos